31 de agosto de 2010

Alternativas en torno al suministro de papel de diarios






EL SUMINISTRO DEL PAPEL DE DIARIOS
Y LAS AMENAZAS A LA LIBERTAD DE PRENSA






Alternativas en torno a  
PAPEL PRENSA SA

a la vista del proyecto gubernamental







Alejandro María Cardoso  
31 de Agosto de 2010 – 
Ver 1.01

(Actualización de la nota del 25/06/2010)



 

El gobierno intenta monopolizar el suministro de papel de diario



Bajo el loable y engañoso argumento de garantizar el acceso igualitario del papel a todos los que editen diarios, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ha dado un nuevo paso que amenaza de una manera sutil y embozada a la libertad de prensa.

Por un lado hace un tiempo anunció que pretende asumir la facultad de otorgar a su arbitrio cupos de papel “a igual precio”, medida que complementa con la eliminación de la importación de papel de diario con un objetivo supuestamente "desarrollista", basado en la sustitución de importaciones.

Aquel anuncio se materializó el 25 de agosto mediante una extensa exposición por cadena nacional y el posterior envío de un proyecto para declarar “de interés Público” la fabricación y distribución de papel celulosa.  

Bajo estas condiciones el gobierno avanza claramente hacia un monopolio gubernamental sobre el papel, un insumo crítico para ejercicio de la prensa libre, en clara violación del Artículo 13 de la Convención Americana 
sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), referidos a la libertad de Pensamiento y de Expresión:, que expresa “ No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones."

Tal prohibición actualiza la que ya se encontraba establecida en el art. 32 de la CN, cuando indica El Congreso federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal.”

La democracia republicana es tributaria de la diversidad, el pluralismo y el acceso a la información pública, que requieren de la libertad de expresión,  y como decían nuestros constituyentes, de la “libertad de imprenta”.

El gobierno debería estimular la competencia en el suministro de papel con medidas que incrementen el número de proveedores locales de papel, o que faciliten su importación, y también podría establecer medidas anti-monopolio  que eviten la colusión horizontal y vertical de empresas.

Pero en cambio ha optado por hacer todo lo contrario, erigiéndose en un árbitro absoluto, en un inaceptable monopolio gubernamental.

No es necesario advertir lo perjudicial de los monopolios para la vida democrática y el bienestar de la población, y más aún cuando las posiciones dominantes no sólo afectan los derechos económicos de los consumidores, sino que pueden servir literalmente al “control social”.

Pero hay quienes basados en su buena fe no advierten el peligro, tranquilizados por la “equidad distributiva” que como árbitro absoluto promete el gobierno.

¿Será la misma equidad con que acumula fondos para disciplinar gobernadores o intendentes, erige a Milagros Sala en un actor político privado sobre las instituciones  democráticas, maneja la publicidad oficial creando un peridismo mercenario,  transfiere o crea empresas a empresarios amigos, maneja subsidios por el ONCCA, crea medios para-gubernamentales con fondos públicos, se enriquece a sí mismo,  y tantos otros actos de equidad distributiva?

El ejemplo del sistema de televisión satelital estatal, establecido sin intervención del Congreso ni debate alguno,  mediante un DNU presidencial de julio del ‘09,  que próximamente llevará a millones de personas información procedente sólo de medios gubernamentales o para-gubernamentales, demuestra sin dudas que el objetivo del gobierno es asumir el control informativo,  sin el menor prurito por la participación democrática,   el pluralismo,  la garantía de acceso a la información pública (algo contradictorio con este gobierno),  ni la libertad de expresión.

No se roza siquiera la zanjada discusión de “medio público estatal, no gubernamental”. Son pura y simplemente medios de difusión partidarios, pagados con fondos públicos.

El intento de control del papel de diarios por el gobierno, es acto de alta peligrosidad para la convivencia democrática que debe ser firmemente repudiado.

Y si esta medida no es lo que tanto parece, debemos exigir que la diferencia se demuestre con cambios inmediatos y concluyentes, y tenemos la obligación de aportar iniciativas de mejora.

Casi todo lo anterior, fue escrito hace mas de dos meses.



El mercado del papel de periódico

Un análisis de su competitividad

En 1969, el gobierno de facto del general Onganía  lanza un ambicioso proyecto de sustitución de importaciones de papel prensa, cuyo consumo provocaba un persistente drenaje de divisas al país.

Con el fin de financiar la participación del Estado como impulsor del proyecto, el gobierno estableció por una década un impuesto del 10 % a la importación de papel de diarios.

Concebido para el sector privado, se estableció un mecanismo de adjudicación del proyecto industrial  por concurso público internacional, declarado desierto en su primera instancia  al no cumplir ninguno de los 4 oferentes con el 100% de las exigencias.

No obstante, el gobierno del general Lanusse  posteriormente adjudica el proyecto al primero en la calificación de esa compulsa, el Grupo Abril SA que había presentado un proyecto superador,  imponiéndoles exigencias  que  esta empresa cumple acabadamente en el plazo de los 180 días otorgados.

Pocos años después, durante la tercera presidencia del general Juan D. Perón, su ministro de economía Josef B. Gelbard,  en un claro abuso de poder impuso al grupo Abril severas limitaciones administrativas que le dificultaban cumplir con los convenios internacionales imprescindibles para concluir la planta fabril, lo que obligó al grupo Abril a desprenderse de su paquete accionario, bajo el riesgo cierto de perder la inversión realizada. Este es sin dudas  el paso inicial de un camino sórdido. .

Quien adquiere a través de testaferros estas acciones es el grupo Graiver, utilizando el dinero que luego se denunció como proveniente de los secuestros extorsivos del movimiento Montoneros.  Graiver y Gelbard mantenían estrechas relaciones previas al hecho.

Bajo presiones del nuevo  gobierno militar, el 18 de enero de 1977 el grupo Graiver cedió las acciones a los diarios Clarín, La Nacióny La Razón,  lo que actualmente está siendo denunciado por el gobierno de Kirchner.

Luego de la puesta en marcha de la planta en 1976,  “se elevó el arancel de importación de papel a 44-48% para que no hubiera otra escapatoria que comprarle a esa fábrica a precio exorbitante.”, según expresa Lanata, en coincidencia con otros autores.

Así, de un modo inaceptablemente regresivo, toda la sociedad transfirió recursos a un grupo de empresas, en desmedro de los sectores más necesitados contando  con la plena connivencia de gobiernos tanto militares como democráticos.

Debieron transcurrir 11 años para que el presidente radical Alfonsín diera término a esa inequitativa situación al eliminar en 1987 los derechos y aranceles  para la  importación de papel con fines editoriales.



¿Qué opinábamos antes del informe Moreno-Paglieri y el proyecto de Ley?


La producción de papel de diarios no es globalmente un sector atractivo en la industria del papel.  Su participación es bastante pequeña, y está descendiendo, tendencia que sólo fue morigerada por el ingreso de China al consumo de papel ante el surgimiento de su industria de periódicos, ya que los países occidentales experimentaban una disminución persistente en el consumo.

Esto tendencia explicaría también porqué las papeleras más grandes de Argentina, cuyas producciones multiplican  por mucho las toneladas de Papel Prensa  SA, carecen totalmente de interés en ingresar en el negocio de esta empresa.

Aún así probablemente persista una posición dominante de Papel Prensa SA,  mucho más atenuada, sutil,  y difícil  de justipreciar, aunque incomparable menor a la verificada en los comienzos de la empresa y especialmente hasta la eliminación de los aranceles y las barreras de importación.

En primer lugar,  el hecho de que exista un oligopolio de consumo  que produce su propio papel, obligaría a los nuevos productores nacionales a incursionar necesariamente en un mercado externo,  extremadamente competitivo y en retracción, a causa de las exigencias de escala mínima de esta industria.

En segundo lugar, la transferencia de beneficios del sector papelero a través de la integración vertical  a sólo dos actores del ámbito editorial puede significarles a estos  una ventaja competitiva  significativa en el caso de existencia de utilidades, que en rigor de verdad tampoco son constantes.

En tercer lugar se ha denunciado un manejo arbitrario en la asignación de cupos de papel en desmedro de los competidores más peligrosos, algo que ADEPA,  la asociación de Entidades Periodísticas Argentinas –a la que también pertenecen La Nacióny Clarín- desmiente en forma categórica, aún cuando hay testimonios de abusos hace algunos años.[1].

En conclusión, no cabe duda que el potencial monopólico de Papel Prensa se encuentra actualmente muy disminuido desde el punto de vista competitivo, lo que debería acentuarse aún más por la participación accionaría del Estado,  que posee  un 27,5 % de las acciones,

Pero tampoco cabe duda que existe un grado de concentración que debe ser cuidadosamente vigilado.  Sin lugar a dudas sería mejor una situación competitiva fuerte, pero no pareciera ser demasiado realista esperarla en este momento del mercado, aunque ofrecemos en alternativas en este sentido,.


Las Precisiones del Informe Moreno-Paglieri


Sin embargo, a partir de la publicación del proyecto de “Ley tendiente a declarar de interés público la fabricación, comercialización y distribución de pasta celulosa y de papel para diarios” enviado por el gobierno, cabe hacer una nueva evaluación

A partir de la eliminación de los derechos de importación el potencial monopólico de Papel Prensa disminuye enormemente por varios motivos. Sumamos a nuestro análisis los datos aportados ahora por Moreno-Paglieri, comparados con otras fuentes:   

  • En primer lugar, el arancel cero permite la importación de papel editorial de cualquier origen, incluyendo países limítrofes, en muchos casos claramente  excedentarios en este tipo de artículos. No existen barreras para-arancelaras.
  • No hay prohibiciones ni barreras legales para la aparición de competidores locales.
  • El mercado global aparece muy competitivo, transparente y dinámico. Téngase presente que el 45% de la producción mundial se destina a la exportación.[2].
  • Las 270.000 TM del total del consumo nacional representa sólo el 0.68% del consumo mundial del papel de uso editorial,  mientras que las importaciones argentinas netas significan un 0.19% del total mundial, una absoluta insignificancia en el mercado mundial.[3]
  • Existen otro productor local, Papel Tucumán  que también produce papel de diarios, aunque en volúmenes modestos ya que es una producción que no le resulta lo suficientemente rentable y utiliza la tecnología del bagazo de caña.
  • Aún así, sorprendentemente Papel Prensa y Papel Tucumán en conjunto, abastecen a aproximadamente el 30% del consumo de los editores no accionistas, con mas de 200 publicaciones en su mayoría diarios de pequeño tiraje, con un sobreprecio que en el caso de Papel Prensa no alcanza al 13% más que el menor precio pagado por un accionista de la Papelera, y debemos recordar que estos accionistas representan  aproximadamente el 46% del consumo nacional (todos datos del informe oficial del gobierno  de Paglieri-Moreno).[4]
  • Paglieri-Moreno vuelven a sorprendernos cuando nos informan que el período 2004 a 2009 Papel Prensa perdió gran cantidad de dinero por vender a los clientes locales no accionistas, en lugar de exportar a un precio sustancialmente mayor (62% más en 2004)
  • Papel Prensa SA se encuentra operando prácticamente a plena capacidad, según reconoce el mismo informe oficial.

No caben dudas de los efectos distorsivos de los monopolios en la economía, y muy especialmente cuando se trata de cuestiones relacionadas con la libertad de expresión.

Pero debemos concluir que a partir de las desregulaciones del gobierno radical del Dr. Alfonsín se ha ido logrando una situación de equilibrio de mercado que dista en la actualidad por completo de un “abuso de posición dominante”, a la luz de la información aportada por los propios Paglieri y Moreno, lo que para el autor de esta nota resulta completamente sorprendente.

Es difícil de comprender cómo a partir de los datos aportados por estos dos autores, ellos mismos llegan a una conclusión claramente contradictoria.


Otras consideraciones con repercusiones constitucionales


Refiriéndose a Clarín –no sabemos porqué omite a La Nación- el periodista Jorge Fontevechia  indica que si Clarín no tuviera la posición dominante que le otorga ser accionista de Papel Prensa “En síntesis, habría una pérdida económica [en Clarín] de 10 millones de dólares anuales por mayor precio, más una inmovilización de caja por mayor stock y pago no financiado de otros 18,5 millones de dólares (8,5 y 10 millones, respectivamente). En total, un primer año de Clarín sin que existiera Papel Prensa le quitaría 28,5 millones de dólares, más de cien millones de pesos.”[5]

Una primera observación es que si Clarín no fuera accionista de Papel Prensa, seguramente tendría convenios de largo plazo con otras productoras de papel, costumbre absolutamente habitual en el la industria del papel. Por lo que los montos “inmovilizados” que consigna Fontevecchia son por lo menos discutibles.

En segundo lugar el diferencial de precios y el consumo anual de Clarín que el gobierno (Moreno-Paglieri) consigna en su informe reciente, explica aproximadamente la mitad de los USD 10.000.000 que indica Fontevecchia como ganancia.  Una tercera observación es que Fontevecchia utiliza el verbo “quitar” en la forma ambigua de “perder económicamente”, mezclando la idea de capital invertido con resultado económico. Por lo tanto, el resto de las cuentas que describe, para demostrar un abuso de una posición dominante son muy poco precisas, por no decir incorrectas.

Dejando de lado la historia, que debe ser investigada judicialmente, el punto importante en todo esto es que existe una corriente de opinión que cree que toda la ganancia del propietario de una empresa es de por sí, abuso de posición dominante.

Pero en este caso, no hay un monopolio natural, ni legal –cualquiera puede establecerse, y de hecho hay otros productores-  y existe un mercado mundial completamente desarrollado, transparente y competitivo,  en donde proveerse.

¿Qué quiere el gobierno cuando dice que el marco regulatorio debe “Disponer las medidas que permitan el abastecimiento de todos los medios de información gráficos que lo requieran, en condiciones igualitarias, asegurando el respeto de la igualdad en los precios de compraventa del producto y demás condiciones de contratación, debiendo evitarse la distorsión de los precios de mercado. “

Es obvio que no pueden existir condiciones igualitarias cuando existen diferentes condiciones comerciales. ¿O alguien cree que el kilo de tomates le cuesta a Arcor lo mismo que a un ama de casa?  Y por otra parte, Moreno – Paglieri se encargaron de aclararnos que las diferencias de condiciones comerciales de Papel Prensa son más que razonables, algo que sinceramente no creíamos.

Si un gobierno negara que los propietarios de una empresa fijen sus políticas comerciales, sin que exista un monopolio natural ni legal, ni abuso de posición dominante,  se estaría ante una enajenación sin causa jurídica de la facultad administratativa, quedándole a los propietarios sólo la nuda propiedad, lo que constituye una violación de los derechos de propiedad, siendo por lo tanto completamente inconstitucional. Esto es  el criterio b) del artículo 2º del proyecto,  y consiste en una estatización encubierta de Papel Prensa SA.

Pero además, el criterio a) del mismo artículo art. 2º dice “ Establecer las condiciones tendientes a asegurar la fabricación, comercialización y distribución de pasta celulosa y de papel para diarios, con materia prima nacional. “.

Aquí no pueden caber dudas. El criterio expuesto por el gobierno no puede interpretarse sino como la restitución del un control gubernamental del comercio exterior del papel de diario, y el restablecimiento de un monopolio claro,  algo que desde la desregulación del gobierno radical se había terminado. Con esto, queda ya completamente configurado el monopolio en poder del Estado.

Una tercera cuestión es que, como el mismo informe Paglieri-Moreno reconoce, Papel Prensa SA está casi al límite de su capacidad productiva. No hay posibilidades inmediatas de cumplir con el criterio de que la materia prima sea nacional, porque  falta un 30% de capacidad productiva de papel, que hoy se importa.

Por lo tanto, en lo inmediato, no habrá papel de diario para todas las publicaciones periodísticas que existen en la actualidad. ¿Cuánto faltará? Aproximadamente 80.000 TN, es decir, TODO EL PAPEL QUE UTILIZA CLARIN  anualmente.

Como los medios no podrán adquirir ahora todo el papel que necesitan, se requiere el establecimiento de cupos, actividad que hará el gobierno en virtud de que el papel de diarios es ahora de interés público, y sujeto a regulación gubernamental.

Por lo tanto, caemos clara e indubitablemente en la violación del Pacto de San José de Costa Rica y el Artículo 32 de la CN.

Este proyecto es claramente antidemocrático, inconstitucional, y no debe ser negociable.

Lo único que puede hacer el gobierno es justamente lo contrario a lo que propone, mejorando las condiciones competitivas Ofrecemos diferentes alternativas que se orientan al objetivo antedicho.

 

 

Alternativas


El objetivo del control gubernamental del papel de periódicos expresado por el gobierno nacional resulta incompatible con la libertad de prensa y conspira contra la eficiencia económica del mercado.

El establecimiento de ese monopolio gubernamental no puede lograrse sin groseras violaciones a los principios elementales del derecho, perpetuando así la oscura historia relacionada con el papel de diarios en la Argentina.

Un proceso superador debe pasar por mejorar la capacidad competitiva y la transparencia del mercado del papel de diario, dentro de un marco de respeto a las  leyes y las instituciones.

A continuación brindamos algunas posibilidades que podrían explorarse:



1)      1) Modificar la representación estatal en la dirección de Papel Prensa SA

Actualmente la administración de la tenencia accionaria del Estado en Papel Prensa, la realiza el Ejecutivo.

Proponemos que esa administración pase al control de Congreso Nacional,  de forma de garantizar el pluralismo y la independencia en el manejo de la empresa, haciendo énfasis en la representación agravada de la oposición (fortalecimiento del principio control).

Al equipo de administración del Congreso, podrían sumarse representantes de entidades editoras de medios, como ADEPA u otras, siempre que en su organización interna se respete el principio democrático de “un medio, un voto”. También pueden incorporarse representantes de las entidades defensoras de los consumidores.

Dada la arquitectura que por acción del Estado posibilitó la integración vertical de una productora local monopólica de papel, con los dos medios periodísticos más importantes del país, es preciso institucionalizar la participación societaria del Estado en Papel Prensa en forma permanente, superando el estatus precario que posee en la actualidad.


2)     2) Reconversión Papelera Quilmas (ex - Massuh)

¿Porqué el gobierno no especializa a la papelera Quilmes (ex Massuh) en producir papel de diarios? ¿Será técnicamente imposible?

En relación a la Papelera Massuh  es probable que sea aconsejable que evolucione su quiebra, garantizándose el derecho de los acreedores, lo que incluye a los empleados,  que asegure la más  rápida recuperación de los activos y su reconversión para generar riqueza y empleo.

Pero si el gobierno insiste en participar en el manejo de la empresa, como ya lo hace a través del Secretario de Comercio Guillermo Moreno, y de manera muy deficiente ¿Por qué no se analiza la posibilidad de  generar con la ex Massuh un productor alternativo de papel de diarios y de paso terminar con el problema del "monopolio" de Papel Prensa?

Podría invitarse a los diarios más pequeños a participar en la capitalización de la empresa, y así asegurarse la provisión de papel a largo plazo, y  también permitirles participar de la potencial rentabilidad del negocio papelero, equiparando la ventaja de los grandes competidores como La Nación y Clarín, que cuentan con integración vertical.

No hay dudas que una empresa así podría incluir capitalización de los propios trabajadores, ofreciendo la oportunidad de otorgar el matiz de la economía social al emprendimiento.

Aceptamos que estas cosas son muy difíciles de llevar a cabo. Pero ya que el estado de todos modos va a perder plata, al menos que lo haga por el propósito más loable de mejorar la condición competitiva de un insumo importante para la libertad de prensa, en lugar de estimular la competencia desleal de resmas de papel bond. 
Al menos es un argumento que el gobierno –que ya tiene una papelera en sus manos- debería responder.


3)     3) Medidas  Fiscales

Debe analizarse la posibilidad de conceder exenciones impositivas a empresas papeleras alternativas a Papel Prensa SA, para estimular la producción local de papel de diarios, hasta lograr determinada cuota de mercado (20-30%), empresa para la que también puede invitarse a otros diarios.


4)      4) Relevamiento de costos de importación

Se  solicitará un estudio pormenorizado de los costos de importación de papel de diarios, a fin de analizar la posibilidad de reducir la incidencia de cualquier tipo de gastos. Y se relevará el funcionamiento del al RISE (Registro de Importaciones del Sector Editorial), que identifica al sector promovido con arancel cero. Se puede solicitar la intervención de las cámaras editoriales.


5)      5) Estímulo al asociativismo empresario

Se generarán herramientas y planes de apoyo al asociativismo empresario que se oriente a la búsqueda de nuevas fuentes de aprovisionamiento de papel de periódicos,  o el fortalecimiento de su capacidad negociadora. La caja de herramientas de promoción asociativa para estos Brokers asociativos, puede incluir beneficios impositivos.



6)      6) Estimulo Fiscal al reciclaje de papel de diario

El papel de diario es capaz de soportar hasta 5 reciclajes, algo que se está aprovechando cada vez más en todo el mundo por razones económicas y ecológicas. Debería profundizarse el análisis de esta alternativa y promoverse su adopción.


7) 7) Poner en marcha el Tribunal Nacional de Defensa de la Competencia ley 25.156/99



NOTA:

Se puede ahondar mucho el análisis del mercado y tratar de determinar más acabadamente su competitividad y las posibilidades que ofrece. Pero gran parte de la información que poseen las organizaciones como la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel de la Argentina(http://www.afcparg.org.ar/) o estudios de mercado privados nacionales o internacionales, no son accesibles a los particulares, o deben adquirirse, por lo que tuve que limitarme a utilizar información fragmentaria.





[1] Ver especialmente el caso Ámbito Financiero, denunciado por Julio Ramos en un libro.
[2] Pulp And Paper Product Council
[3] Datos calculados en base al informe de la Newsprint ProducersAssociation, y los incluidos en   los considerandos del “Proyecto de Ley tendiente a declarar de interés público la fabricación, comercialización y distribución de pasta celulosa y de papel para diarios”. 30/08/2010
[4] Calculados sobre datos incluidos en el proyecto de ley citado.

1 comentario:

  1. ESTIMADO ALEJANDRO:

    Como experto, casi sin quererlo, en Defensa de la Competencia, TE EXPRESO MIS MAS SINCERAS Y PROFUNDAS FELICITACIONES POR ESTE BRILLANTE ANALISIS, que comparto en forma plena.

    Tanto es así, que debo confesarte, ¡ME GANASTE DE MANO! por cuanto tengo lista una nota sobre el tema.

    Ni remotamente tan extensa como la tuya, ni tecnicamente tan concluyente. Sino más política.

    Mi conclusión es similar a la tuya. ¿EN VEZ DE LLEVAR A UNA VIRTUAL EXPROPIACION ESTATAL,
    PORQUE NO SE CREAN CONDICIONES PARA UNA COMPETENCIA REAL Y EFECTIVA?

    ¿POR QUE NO SE BUSCA ASOCIAR A LOS DIARIOS QUE LE COMPRAN A PAPEL PRENSA?

    ¿POR QUE NO SE INTENTA APOYAR UNA SOCIEDAD CON URUGUAY, QUE TIENE ABUNDANTE MATERIA PRIMA?

    Obviamente, que la intención es el CONTROL POR PARTE DEL GOBIERNO DEL PAPEL PARA MANIPULAR A LOS MEDIOS ESCRITOS.

    Te felicito, sinceramente.

    Me generaste un grave problema, luego del brillante análisis tuyo ¿que sentido tiene mi nota, más breve y muchos menos fundada y técnica?

    De última, todo suma. PERO LA COINCIDENCIA CON TU LINEA DE PENSAMIENTO ES ABSOLUTA.

    Como ya la tengo hecha, si quieres te la envío. Se titular: "PRENSA Y MONOPOLIOS: "MIENTE, MIENTE QUE ALGO QUEDARA"

    Advertirás que es más política, y más dirigia hacia la competencia, pero concluímos en lo mismo.

    Te felicito nuevamente. No te perdono que me ganaras de mano. (es un chiste)

    Lo importante es que desde diversos ámbitos intentemos acreditar la MENTIRA OFICIAL.

    TE PIDO, SI ME BRINDAS TU AUTORIZACION, QUE ME PERMITAS SUBIR TU BRILLANTE NOTA A MI SITIO, SIN TOCAR UN PUNTO NI UNA COMA, COMO LO HAGO CON OTROS AMIGOS.

    Te mando un fuerte abrazo, con una recomendación: DEBES DIFUNDIR TU TRABAJO EN TODO EL PAIS Y EL EXTERIOR. Es muy bueno. Y no soy de los que aplaude por que sí.

    Te caluda cordialmente.

    Edgardo Civit Evans

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