19 de abril de 2011

ADDENDA a mi artículo “La revolución paleolítica…” sobre los directores de la ANSES

El objeto de limitar los derechos políticos de las tenencias accionarias provenientes de adquisiciones con fondos cuasi-tributarios,  tiene el importante sentido de impedir la creación de un enorme poder económico concentrado y omnímodo que ponga la economía privada en manos de funcionarios. Esta prevención ya era atinada cuando los fondos se distribuían en varias AFJP, que por otra parte carecían de “imperio” sobre otros aspectos de las libertades públicas.

Concentrados hoy los fondos en el ANSES-FGS, la situación se agrava notablemente. Sin limites, esto equivaldría a crear el “padre de todos los monopolios”, un mal de dimensiones bíblicas.

Tengamos en cuenta que en Chile, el monto total del fondo de jubilaciones y pensiones equivale al 90% del PBI. Si quienes manejan estas carteras se dedicaran a adquirir el control de las compañías -con fondos ajenos obtenidos mediante la potestad coercitiva del Estado- gran parte de la economía privada quedaría bajo el control del gobierno de turno.

Lo que se sumaría a su otra e importante esfera de poder,  que ya por su naturaleza el Estado tiene:  gozar de la potestad tributaria (que significa obligar a los particulares a ceder parte de su riquza al gobierno),  manejar el gasto público por más del 40% del PBI, crear legislación obligatoria -que para bien o para mal condiciona y regula la vida y la libertad de las personas-,  influir o manejar el poder jurisdiccional (por el cual la libertad y los bienes  de los ciudadanos queda a su merced), y gozar del monopolio de la fuerza pública –lo que implica incluso el monopolio de las armas-, todo lo cual puede ser desnaturalizado, y se ha desnaturalizado menoscabando la calidad democrática republicana.

La solución a esta controversia únicamente la puede dar el Congreso Nacional, manteniendo suspendidos o limitados los derechos políticos de tenencias accionarias de origen tributario, o en el peor de los  casos, eliminando la posibilidad de adquirir acciones (tal como ya había prohibido las acciones privilegiadas o de voto múltiple), aunque se limiten así los instrumentos financieros para el crecimiento económico y el bienestar poblacional.

Esta observación es un llamado de atención, una denuncia pública: un engendro semejante como el que plantea el gobierno representa un peligro cierto para la democracia y las libertades individuales.  Dijimos “padre de todos los monopolios”,  algo ya connatural a la voluntad autoritaria de un gobierno que no cesa de intentar acumular poder. Pero es peor que eso.

Un intento similar está por ocurrir con el comercio exterior agropecuario. Y vayámonos preparando para combatirlo, o para ser vasallos gozosos de un poder cada vez más feudal y despótico.   

2 comentarios:

  1. Observo un error básico en muchas interpretaciones en favor del gobierno: creer en el principio de la igualdad absoluta de los derechos considerados, sin considerar otras circunstancias.

    Así, se dice que violado el derecho político de la tenencia accionaria –del que gozan los particulares- esta ley viene a subsanar una inequidad en relación con el Estado, al que le han sido restringidas (como antes a las AFJP).

    Pero el error consiste en creer que en diferentes condiciones la ley debe ser simétrica, que la igualdad ante la ley funciona de este modo.

    Ejemplos de que no es así, los encontramos por ejemplo en las incompatibilidades con el ejercicio de la función pública de actividades lícitas en si mismas, que se encuentran prohibidas en la Ley de Etica Pública para los funcionarios, y penadas por nuestro ordenamiento legal.

    Pero ya había ejemplos en la misma ley de los fondos previsionales, cuando se impedía la adquisición de acciones privilegiadas o de voto múltiple.

    El derecho de portar armas está regulado, puesto que conviene que unas pocas personas lo posean.

    Existe el derecho de no denunciar un acto ilícito. Sin embargo, un funcionario público comete un delito si toma conocimiento de él y no lo denuncia.

    En un proceso penal, la mentira de un acusado no implica procesalmente perjurio, aunque es un delito si quien miente es un testigo.

    Existe el derecho de ejercer la actividad lícita. Sin embargo, no existe el derecho a constituir monopolios a través de ella.

    Es decir, existen derechos que en cabeza de ciertos miembros de la población, inmersos en condiciones específicas son deseables y válidos, mientras que en otras condiciones ponen en peligro la vida en común.

    Y un arreglo institucional debe tomar cuenta de esto.

    Por supuesto, estas discusiones omiten cuidadosamente referirse a los objetivos propios del Estado, y a los límites, controles y contrapesos necesarios para que el sistema no degenere.

    La anómala concentración de poder con fondos cuasi-públicos que intenta el gobierno sobre el sector privado de la economía, (no podemos hablar aquí de Estado) es un claro ejemplo de que las situaciones no son las mismas. Este intento no debe ser permitido. Se está tratando de formar el más grande monopolio público-privado de que se tenga conocimiento.

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  2. He recibido algunas críticas, respecto de mi advertencia sobre el intento de concentración monopólica de poder desde el poder político.

    Además además del control de las compañías privadas mediante los fondos previsionales manejados por los funcionarios gubernamentales, este intento incluye el control del comercio exterior agropecuario que se viene anticipando.

    Me parece oportuno responder tales observaciones.

    Se me ha dicho que en Canadá "cuna del despotismo y la opresión" existe un Wheat Board, con atribuciones comerciales que lo harían temblar de pies a cabeza. Por no hablar del modelo petrolero noruego.", desvalorizando con ironía mi rechazo a la intervención ilimitada del Estado en la vida de una sociedad.

    Paso a responder a estas objeciones.

    Comenzaré con modelo petrolero noruego.

    “Las leyes noruegas establecen claramente que el petróleo pertenece a los ciudadanos noruegos, no puede ser propiedad de un particular, ni de un grupo, ni de un área geográfica en especial.Desde 1990, el gobierno noruego ha estado invirtiendo parte de las ganancias en una cuenta llamada Fondo Petrolero Gubernamental. Los activos de esta cuenta se calculan en aproximadamente 120 billones de dólares para finales de 2005, una enorme suma para un país con 4.5 millones de habitantes.

    El dinero de este fondo es invertido en acciones y bonos internacionales, no se invierte dentro de la misma Noruega porque sería transformar las compañías nacionales en subsidiarias petroleras. La rentabilidad del Fondo es de un 4% anual en promedio y el destino de estas ganancias es, en principio, balancear el presupuesto nacional no petrolero, pero también se utilizará eventualmente para financiar los planes de jubilación de la población infantil actual.”

    Ellos se cubren exactamente del efecto que estoy intentado prevenir con mis comentarios.

    (http://www.petroleoyv.com/website/site/p_detalle.php?id=539&tipo=14),

    Esta crítica me ha servicio para aportarme un ejemplo increíblemente adecuado a mi argumento. Y es también el ejemplo de una estrategia de abordaje del "mal holandés" incrementando igualmente el producto bruto nacional en forma armónica.

    Yendo a lo del Wheat Board, no creo que tener el tiempo de analizar el caso a fondo. Pero por lo poco que se la Canadian Wheat Board (Junta Canadiense de Trigo) es una entidad en la que participa el gobierno CON un fuerte co-gobierno de productores en la administración. En el mercado cerealero canadiense hay empresas privadas compitiendo, NO UN MONOPOLIO, como lo que pareciera desprenderse de las críticas que me dirigieran.

    En Australia, la Australian Wheat Board (AWB) tiene un funcionamiento parecido, participan productores en su administración, y EXISTE TAMBIÉN UNA FUERTE COMPETENCIA de operadores privados.

    En en nuestro país existe un operador que reúne este tipo de características. La ACA, Asociación de Cooperativas Argentinas, entidad que enaltece al movimiento cooperativo, y uno de los más eficientes exportadores de productos del complejo agroindustrial. Salvo que en él no participa el gobierno. Tuve la suerte de operar con ellos desde otra cooperativa, y es un verdadero gusto tratarlos, no sólo por los precios, sino por la lealtad comercial y honestidad con que se mueven. Al menos esa fué mi experiencia, que en ese momento podía comparar con otros operadores no cooperativos, muy cuestionables.

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